Acabo de dar un cambio muy grande en mis redes que afecta a mi marca personal. Y en este episodio del podcast he decidido contarte mis trapos sucios y todos los detalles acerca de una decisión que he postergado más de lo que debería.
¡Dale al play y etiquétame en redes contándome qué te ha parecido el episodio!
También puedes escuchar el episodio en Spotify, Apple podcast, Spreaker, Ivoox, Podimo o buscando «Contenidos creativos» en tu aplicación favorita.
Transcripción del episodio
Disclaimer: Contenidos creativos se ha creado como podcast y está diseñado para ser escuchado, no para ser leído. Así que te animo a que escuches el audio, que incluye matices de voz, efectos sonoros y énfasis en determinadas frases. Todo esto permite identificar, por ejemplo, una broma, que no debe ser entendida literalmente, lo que no sería posible por escrito. He generado esta transcripción con un software de reconocimiento de voz y puede contener errores. Por favor, comprueba el audio correspondiente antes de citarme en cualquier publicación.
[Las autoridades sanitarias advierten que este podcast puede aumentar seriamente tu creatividad].
Presentación
En este episodio te hablo de mis problemas de identidad…. de identidad de identidad de marca, claro.
He cambiado mi nombre de usuario en todas las redes sociales después de muchos meses dándole vueltas. Y voy a contarte por qué me resistía a cambiarlo, qué me ha llevado a tomar esta decisión finalmente y otros planes en torno a mi marca personal.
Por cierto, te adelanto que mi nuevo nombre en redes es @soymerflores.
¡Empezamos!
Esto es Contenidos creativos con Mer Flores, un podcast donde aprender a ser más creativa en tu comunicación online.
Hola, ¿qué tal? Soy Mer Flores, y aquí estoy, una semana más, dispuesta a inspirarte hablando de creatividad y contenidos.
Antes de entrar en el tema de hoy, quiero recordarte que puedes suscribirte al podcast en Spotify, Apple podcast, Spreaker, Ivoox, Podimo o buscando «Contenidos creativos» en tu aplicación favorita. También tienes cada episodio con su transcripción en mi web, pero si te suscribes por correo recibirás un email cada semana en cuanto el podcast esté publicado, incluyendo un consejito o regalito extra.
¡Y vamos con el contenido de hoy!
Hoy quiero hablarte de una decisión que he tomado recientemente. Hace unos días he decidido cambiar mi nombre de usuario en todas las redes sociales. A partir de ahora, en redes sociales soy @soymerflores. A ti te parecerá, a lo mejor, una tontería, pero no era para nada una decisión irrelevante, al menos para mí. Y en el podcast de hoy te cuento la historia de mi marca personal tomando como referencia mi nombre en las redes.
La historia de merescritura
Yo abrí mi cuenta actual de Instagram en marzo de 2018. Quise ponerme de nombre de usuario Mer Flores, pero como estaba pillado por otra persona, pensé en poner @merescritura. Por aquel entonces, yo era funcionaria, profesora de instituto, pero también era correctora de textos profesional, y de vez en cuando me ganaba un ingreso extra por este medio. Por eso, me parecía que lo de merescritura tenía sentido, al menos para mí.
La verdad es que no le pillé el punto a Instagram y lo dejé, apenas sin usar, con solo 3 fotos, hasta un año más tarde. Y entonces, a mediados de 2019, volví a Instagram.
Mi vuelta a Instagram
Entonces, mis circunstancias eran completamente diferentes.
Acaba de ser madre por segunda vez y estaba en mi baja maternal cuando decidí que iba a pedirme una excedencia de un año, que pretendía alargar todo lo posible para estar con mi hija recién nacida el máximo tiempo que me pudiera permitir.
Así que decidí que iba a intentar alargar los ahorros que me iban a mantener durante ese año intentando emprender un negocio.
Yo entonces sabía muy poco de negocios, por no decir absolutamente nada. Lo más cercano al emprendimiento que yo había hecho era ese trabajo como freelance colaborando con algunas editoriales y luego con escritores particulares corrigiendo libros.
Por lo demás, mi experiencia laboral se había limitado a algún trabajo poco cualificado y trabajar como profesora en la universidad, en colegios privados, concertados y en institutos públicos.
Así que, ¿qué podía hacer yo en un emprendimiento online? ¿En qué podía contribuir?
Mi primera idea de emprendimiento
Pues a mí se me ocurrió que, como yo de jovencita había dado algún que otro taller para escritores en alguna de las editoriales en las que colaboraba, podía hacer esto mismo en versión online, esa era mi intención.
Y entonces, como yo me iba a dedicar a dar cursos para escritoras, pues pensé que merescritura seguía siendo perfecto.
Así que lo primero que hice fue rescatar la contraseña de aquella cuenta de Instagram que había abandonado con merescritura y crearme una cuenta con el mismo usuario en todas las demás redes.
El caso es que al principio me centré en crear contenido en toooodas las redes que se me ocurrían, y además en mi web.
Una advertencia: esto es lo que me recomendaron a mí, pero no es en absoluto lo que yo recomiendo a mis clientas.
Una oportunidad diferente: la creación de contenido
En aquel momento yo tenía una bebé muy pequeñita y publicaba un post en el blog cada semana y contenido en varias redes sociales. Y claro, emprendedoras a mi alrededor me empezaron a pedir que les explicara cómo lograba crear tanto contenido teniendo en cuenta que tenía una bebé pequeña. ¿Cómo me las apañaba para sacar tiempo para todo?
Y la verdad es que a mí no se me había ocurrido hablar de mis procesos de creación de contenido.
Yo llevaba creando contenido media vida, desde que a los 23 años tuve por primera vez internet en casa y me apunté a foros variados y creé mi primer blog.
Desde entonces, he tenido bastantes blogs, algunos personales y varios de divulgación sobre literatura. Durante un año de mi vida, además, fui redactora para blogs de varias empresas.
Pero yo no me había planteado, en principio, que mi nicho podría no ser el de escritoras, sino más bien la creación de contenido.
¡Dos nichos a la vez!
Entonces, a mí me aconsejaron que podía perfectamente empezar con el nicho de creación de contenido y luego abrir una segunda línea de negocio para escritoras. Perfectamente en un año o un par de años podía tener en marcha ambas líneas de negocio.
Yo ahora pienso que tendría que haber cambiado mi nombre de usuario entonces, cuando decidí dedicarme a la creación de contenido, pero pensando en esa posible segunda línea de la que en el fondo no me desembarazaba, mantuve el nombre de usuario @merescritura. Fue un error, obviamente.
He invertido muchísimo en ese @merescritura.
Y llevo dos años moviéndome… en una auténtica ambigüedad. Porque sí, me dedicaba a la creación de contenido, y la creación de contenido es la que me ha dado de comer. Pero yo seguía creando contenido para escritoras pensando que en algún momento abriría esa segunda línea de negocio.
Por fin, la sensatez
Y el caso es que hace ya algunos meses me di cuenta de que ni quiero ni me interesa tener dos líneas de negocio. ¡Yo quiero simplificar!
Uno de mis motivos para emprender es precisamente conciliar, y no tiene sentido si tengo que estar trabajando para dos negocios diferentes.
Además es que a mí esto de la creación de contenido estratégico es algo que me encanta, me divierte muchísimo, me flipa, de hecho llevo haciéndolo desde los 23 años, cuando me abrí mi primer blog.
El caso es que hace ya varios meses que tengo decidido que la literatura se va a quedar pues como algo secundario para mí, como algo de mi tiempo de ocio, y como la temática de mi otro podcast, que ese sí lo pienso mantener porque me provoca muchísimas satisfacciones.
¿Cambio de nombre?
Y ya desde entonces, desde hace unos meses, estoy pensando en cambiar el nombre de usuario en todas las redes. Entre otras cosas, porque yo llevo meses recomendando a mis clientas cambiar su nombre de usuario por uno enfocado o bien a su nicho o bien a su marca personal, y es una incoherencia por mi parte el no tener ese mismo consejo aplicado a mi marca.
Y te digo que llevo MESES postergando esta decisión. Y es que tenía muchos motivos para no hacerlo, para no cambiar ese nombre de usuario.
Motivo #1: lo que no puedo cambiar
El motivo que a mí más me pesaba es que tengo mucho, mucho contenido creado con el usuario @merescritura que no se puede cambiar.
Es decir, tengo vídeos de YouTube donde invito a seguirme en distintos sitios con el usuario merescritura, tengo un montón de podcasts, tanto aquí en Contenidos creativos como en mi otro podcast Mientras escribes, donde siempre cierro diciendo que me sigas y que mi nombre en redes es merescritura. Y general, pues tengo muchas publicaciones con ese nombre de usuario que no se pueden cambiar o que si tengo que cambiarlas requieren muchísimo trabajo.
Motivo #2: ¡es mucho trabajo!
Y ese es el segundo motivo por el cual he estado postergando esta decisión: la cantidad de volumen de trabajo que requiere hacer un cambio como este cuando tienes tanto contenido creado como es mi caso.
Porque, obviamente, tiene que estar todo alineado. Es verdad que yo la red que más utilizo es Instagram, pero también utilizo bastante Telegram y no tenía sentido tener el Instagram con un nombre y el Telegram con otro.
Además tengo un canal de Youtube donde tengo publicados algunos vídeos, y sí, aunque no las utilice mucho, también tengo una cuenta en Twitter y tengo una fanpage en Facebook… Y claro, son muchas redes donde cambiar todos los usuarios.
Además, hay un montón de páginas diferentes en las que encuentras mi contacto, por ejemplo Book like a boss, que es la aplicación de agenda que yo utilizo para reservar sesiones conmigo, Spreaker, que es donde yo cuelgo los podcasts y ahí también están los contactos de redes sociales, y un montón más de las que seguro que me iré acordando poco a poco.
Luego está el tema de mi web. En mi web hay un montón, pero un montón de páginas publicadas diferentes, y en todas, en la parte de abajo están mis contactos en redes sociales.
Pero no solo eso: es que tenía escritos un montón de posts, pero un montón de todo tipo de temáticas en las que de vez en cuando hay, ahí, en medio, un enlace de «Sígueme en Instagram», entonces tengo que revisarme y leerme todos los posts de mi blog buscando esos enlaces que ahora mismo tengo que actualizar.
Por supuesto, también tenía que cambiar la firma de mis emails, que en el caso de Gmail está hecho con HTML y tengo que ponerme a meterme a editar, a actualizar todos los enlaces, y también tengo que cambiar la firma en el gestor que utilizo para mi email marketing, en mi caso Active Campaign.
Eso, además, significa que todas las automatizaciones de email marketing que tengo (¡que son un montón!)tienen emails guardados con una firma que enlaza a redes sociales incorrectas. Así que también me tenía que tomar el trabajo de entrar en todos los correos de todas esas automatizaciones y actualizar la información. ¡Muchísimo trabajo!
Y, por supuesto, también suponía el trabajo de entrar en todos los vídeos subidos a Youtube y en todos los podcasts publicados para actualizar mi información de redes sociales.
Creo que ha quedado claro que cambiar el nombre de usuario en las distintas redes cuando llevas tanto contenido creado como el que yo he hecho en estos dos años que llevo de negocio, no es una decisión baladí, ni mucho menos.
Motivo #3: ¡Se me olvida algo!
Otro motivo para ir postergando lo de cambiar el nombre de usuario es esa sensación de que esta lista que te acabo de hacer está incompleta, de que seguro que voy a olvidar algo, y entonces va a llegar gente y no me va a encontrar.
En general, tenía miedo a que llegara gente y me buscara por mi nombre antiguo y no me encontrara.
Motivo #4: da el pego
La verdad es que yo me encerré en la autojustificación. Yo me decía a mí misma: mira, Mer, en el fondo, como también te dedicas al storytelling, eso de merescritura… cuela.
Y no. No cuela para nada.
Es decir, a todo el mundo le chocaba lo de merescritura. Unas pocas personas me lo decían, y la mayoría se lo callaba.
Motivo #5: la falacia del costo hundido
Pero aquí entra enjuego la falacia del costo hundido, que no sé si la conoces.
La falacia del costo hundido es un sesgo cognitivo que hace que cuanto más tiempo, esfuerzo, dinero… pon aquí el valor que quieras. Cuanto más has invertido en algún tipo de proyecto, más te cuesta abandonarlo aunque seas consciente de que es un error. Y eso es lo que me pasaba a mí. Llevaba dos años invirtiendo en merescritura, creando contenido para merescritura, y aunque sabía que había opciones mejores, seguía trabajando en merescritura para no tener esa sensación de haber tirado a la basura todo lo hecho en el tiempo anterior.
Motivos para (finalmente) cambiar de nombre de usuario
Y entonces, ¿por qué finalmente he decidido cambiar?
Bueno, pues también tengo una lista de motivos (si no, no habría tomado la decisión).
Motivo #1: confiar en el trabajo hecho
El primero: porque, a pesar de haberme equivocado, a pesar de haber cometido este error, de haber comunicado tanto desde un nombre usuario incorrecto, me he dado cuenta de que he invertido muchísimo en mi marca personal.
En todos mis vídeos y podcasts, además de decir que mi nombre de usuario es merescritura, siempre digo que me llamo Mer Flores. Repito mi nombre (mi nombre y mi apellido) muy a menudo en todos los contenidos que hago. Es decir, que en el fondo, además de estar posicionando el «merescritura», también he posicionado el «Mer Flores».
Motivo #2: cuanto más tiempo pasa es peor
El segundo motivo es que me doy cuenta, obviamente, de que, sí, el volumen de trabajo que supone hacer un cambio de este tipo es muy grande, pero ese volumen de trabajo aumenta con el tiempo.
Porque yo creo, genero, muchísimo contenido. Y cuanto más tiempo pasa más contenido hay que modificar, actualizar, poner una nota… lo que sea, ¿no?
Motivo #3: Mer Flores no aparece
El tercer motivo para mí fue un jarrazo de agua fría.
Y es que me di cuenta de que, efectivamente, mucho hablar de merescritura, mucho decir Mer Flores, pero si alguien buscaba Mer Flores en el buscador de Instagram ¡no aparecía yo!
Porque no, porque en mi nombre usuario no pone el Flores y en el nombre de la aplicación me he centrado en la palabra clave «estrategia de contenido», y, por lo tanto, Mer Flores no aparece por ninguna parte ¡y nadie me encuentra!
Motivo #4: admitamos la realidad
Otro motivo es que tuve que admitir que, por mucho que yo me empeñe justificarlo, merescritura con creación de contenido… no pega ni con cola, es que no tiene ningún sentido, es que no sé cómo en algún momento me he podido decir a mí misma que bueno, que daba el pego.
Motivo #5: he sido incoherente
Luego tenía una sensación de desasosiego, de sentirme poco coherente… y me pesaba mucho esa sensación.
Porque claro, yo estaba recomendando a mis clientas que tuvieran un nombre de usuario en redes que hablase o bien de su nicho o bien de su nombre (por marca personal) o bien de ambas cosas) y en mi caso pues no estaba siendo coherente con eso.
Motivo #6: yo creo mucho contenido
Y otro factor importante a tener en cuenta es que voy a crear también muchísimo contenido con el nuevo nombre más rápido de lo que me imagino. Al fin y al cabo, tengo la sensación de haber empezado este podcast antes de ayer y este ya es el episodio número 11.
Motivo #7: mi formación en marca personal
Y quizá el último empujoncito que me faltaba era el hecho de que acabo de empezar a formarme como consultora de marca personal.
El tema de la marca personal a mí me ha apasionado casi desde el principio de empezar este negocio. Porque sí, obviamente, si quieres diferenciarte y quieres posicionarte, tienes que apostar por la expresión, la comunicación de tu marca, y para eso tienes que conocerla y tienes que desarrollarla. Es algo que me ha obsesionado desde hace muchos meses y de repente he dado el paso para poder ayudar mucho mejor a mis clientas a expresar desde su marca personal, de formarme como consultora.
Motivo #8: apostar por mi marca personal es apostar por mí
Y aquí, de repente, ¡ding!, se me encendió la bombilla y dije que ya basta.
Cambiar mi nombre de usuario en todas las redes para mí es una declaración de intenciones. Porque además, no es cualquier nombre, es @soymerflores, ¡es una afirmación!
Este cambio es una apuesta por mí, por mi marca personal, por la Mer que soy hoy y probablemente por las que pueda llegar a ser.
Motivo #9: mi nombre no cambia
Porque aquí también hay una cosa: incluso si algún día decido cambiar de nicho, yo seguiré siendo Mer Flores.
Esto no es todo: otra decisión importante
Por cierto, que tengo que decirte también que he tomado otra decisión también muy difícil.
Voy a ir eliminando de mis cuentas profesionales todo ese contenido que tengo creado relacionado con la literatura. Obviamente me da mucha pena, porque ahí hay mucho tiempo y esfuerzo invertido y es muy buen contenido, pero también sé que es contenido que está generando ruido y confusión en mis cuentas.
Que si no queda claro a qué me dedico porque está ahí, interfiriendo, todo ese contenido relacionado con la literatura, tengo que tomar otra decisión. Dolorosa, sí, tal vez no perfecta, pero la decisión que creo que más me va a ayudar en mi negocio.
De momento, solo voy a dejar el contenido de mi otro podcast, que ese sí ha venido para quedarse. Aunque creo (estoy pensando) que voy a crear una cuenta solo para el podcast, algo que hace tiempo que estoy pensando también, la verdad.
Soy consciente de que todo esto que estoy haciendo ahora mismo son cambios muy potentes, que puede que lo note, y mucho, en mis estadísticas. Que no es una solución perfecta y que, además, supone muchísimo trabajo. Seguramente todo esto tiene muchas desventajas, pero creo que de esto se trata, en el fondo, la estrategia: de correr riesgos, de tomar decisiones que no sabes si van a salir bien, pero si no las pruebas no lo sabrás nunca.
Así que, bueno, aquí estoy, probando, experimentando, corriendo riesgos, pero corriendo riesgos pensando en mí, en mi nombre y en mi marca. A partir de ahora, soy Mer Flores.
Y si me permites un consejo, apuesta tú también por tu marca personal. Creo que es la mejor decisión posible.
¡Se acabó!
¡Y esto es todo por hoy!
Me encantará saber que me has estado escuchando, así que ¿por qué no lo compartes en tus stories de Instagram? Etiquétame, recuerda, como @soymerflores. Estoy deseando verte y por supuesto responderte.
Ya sabes además que puedes suscribirte al podcast en tu aplicación favorita o en mi web, aunque, ojo, si estás suscrita a mi lista de correo, vas a recibir el podcast cada semana en cuanto esté publicado con algún comentario extra o algún regalito.
Te deseo que tengas una semana supercreativa. Te espero en el siguiente episodio y, hasta entonces, ¡que la Musa te acompañe!
2 comentarios en “Apostar por tu marca personal puede ser difícil, pero es necesario”
Hola Mer quiero aprovechar este post para darte las gracias por el contenido que nos obsequias, y felicitarte por los cambios que estas tomando.
Es importante ver el camino y los errores que tiene las personas exitosas, sino tomaras riesgos estaríamos destinados a procrastinar, te admiro porque eres una mujer de tomar decisiones y llevarlas adelante, espero seguir contando con tu contenido de tanto valor, mis mejores deseos de parte de un admirador de tu trabajo
Muchísimas gracias, Mauricio, significa mucho para mí tener el apoyo de mi comunidad.